lunes, 3 de diciembre de 2007

Mueren narcos en accidente aéreo en recorrido baja 1,000 por el Valle

Hola a todos, pongo otra vez a su disposición este artículo sobre la verdadera identidad sobre los que murierón en el accidente del helicoptero que recorria la baja 1000 el pasado 13 de Noviembre, porque hay varias personas que me han hecho comentaris que quieren saber más sobre este accidente.
Una denuncia ciudadana telefónica reveló que los dos muertos en la caída del helicóptero en la Baja 1000, el pasado 13 de noviembre, eran importantes miembros del Cártel de los Arellano Félix, un lugarteniente y el hijo de uno de los hermanos.
Pero aún no definen cuál de los cadáveres entregaron a la familia y cuál fue robado de las instalaciones de la SEMEFO en Ensenada.
Vivo y muerto, Francisco Merardo León Hinojosa, miembro de la generación de narcojuniors y sicario conocido como “El Abulón”, fue protegido por el Cártel de los Arellano y por las corporaciones policíacas por más de 11 años.
Este personaje era integrante del desaparecido grupo de los “Narcojuniors”, que lideraban los hermanos Alfredo y Alejandro Hodoyán Palacios. A León Hinojosa le correspondía trabajar al lado de Fabián Martínez González, alias “El Tiburón”, quien era considerado uno de los principales lugartenientes del CAF en Baja California.
Después de ser matón en varias ejecuciones, acompañando a Fabián Martínez “El Tiburón”, desapreció de la escena pública criminal el 17 de abril de 1996, cuando la prensa dio a conocer su participación en el asesinato del delegado de la PGR, licenciado Arturo Ochoa Palacios, el subprocurador de la Procuraduría General de la República en Baja California, doctor Ernesto Ibarra Santés y el comandante de la Policía Judicial Federal, Armando Silva Moreno.
A partir de entonces sus actividades homicidas dentro del cártel se limitaron, su nombre volvió a aparecer hasta que la Policía Estatal Preventiva (PEP) lo identificó como uno de los sicarios en el atentado cometido en contra de del ex Secretario de Seguridad Pública de Baja California, Manuel Díaz Lerma el 24 de abril de 2006. Entonces tampoco sucedió nada.
Como otros lugartenientes continuó disfrutando impunemente de las actividades públicas costosas. Y a principios de semana, con varios miles de dólares y credenciales falsas a nombre de Pablo González, “El Abulón” rentó un helicóptero para seguir un vehículo en la carrera Baja 1000. Subió a la aeronave acompañado de otro hombre que traía credenciales que lo identificaban como Israel Romero Pérez, supuesto perito de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Corredores de la serie Baja indicaron a ZETA que era común verlo en las carreras, en donde patrocinaba pilotos y vehículos, ya que tenía una gran afición por este deporte.
Ese martes 13, “González” y “Romero” seguían y cuidaban, desde el aire a otros dos sujetos que aún no han sido identificados, pero que de acuerdo a las investigaciones deben ser importantes dentro del cártel. Y de los cuales existen fotografías.
Los otros dos hombres, participaban sin problemas en la carrera en un auto sin logo de patrocinadores, llevaban el número 133 y entraron al circuito de última hora.
Por un error humano, las hélices del aparato se enredaron con cables de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se estrellaron. Él y su acompañante perecieron en el accidente ocurrido el martes 13 de noviembre, en el kilómetro 156 en el Valle de la Trinidad.
Muerto también gozó de protecciónA las 10 de la mañana del miércoles 14 de noviembre, las policías municipales de Tijuana y Ensenada ya sabían que uno de los muertos era León Hinojosa. Esto fue 10 horas antes de que se diera el operativo criminal mediante el cual un comando negro robó el cuerpo del Servicio Médico Forense de Ensenada. Y de manera extraoficial la misma información llegó al estado y la federación.Al mediodía de ese miércoles, algunos reporteros ya traían la información. Increíblemente las procuradurías estatal y federal no ejecutaron ningún operativo. La versión en ese momento fue que las corporaciones municipales se enteraron de la identidad porque se había reiniciado un jaloneo entre los sicarios para definir a quién le entregarían las áreas que administraba León Hinojosa.A esa hora, personas que se identificaron como familiares de los hombres fallecidos en el accidente ya habían reclamado los cuerpos. En el caso del supuesto “Israel Romero Pérez” no hubo problemas y el cuerpo fue entregado ese mismo día después de realizarle la autopsia de ley que incluye toma de huellas digitales y muestra de sangre para pruebas de identificación por ADN.Pero un hombre que aseguró ser primo de quien llevaba las identificaciones de Pablo González G. no tuvo la misma suerte. La entrega le fue negada porque no pudo acreditar un parentesco de plena consanguinidad. No alegó mucho.
El roboVeinte minutos antes de que el cuerpo de Francisco Merardo León Hinojosa “El Abulón” fuera robado de las oficinas de las oficinas del Servicio Médico Forense (SEMEFO) en Ensenada, el Centro de Control, Comunicación y Cómputo (C4), a través del número 066, recibió una denuncia ciudadana asegurándoles que el cadáver que tenían bajo el nombre de Pablo González G. era del conocido lugarteniente del Cártel de los Arellano Félix (CAF).
El informante también agregó, que el otro cadáver que habían identificado presumiblemente como Israel Romero Pérez era uno de los sobrinos mayores de los hermanos Arellano Félix.
Esto puso en alerta a las autoridades federales que trataron de corroborar los hechos. En ese momento, los cuerpos todavía eran responsabilidad de la Procuraduría del Estado porque no tenían elementos para enviar el asunto al ámbito federal.
Como de costumbre los criminales fueron más rápidos.
Alrededor de las 20:40 horas, entre 35 y 40 sicarios, todos iban con sus rifles R-15 y sus “cuernos de chivo”, arribaron en entre seis y ocho lujosas camionetas de reciente modelo, todas polarizadas. Se acomodaron en fila para salir huyendo sin contratiempos de las oficinas de SEMEFO, localizadas en la calle Floresta y Cuarta, a sólo tres cuadras del bulevar Costero.
Cuando los vieron, los empleados no lo podían creer. La orden que recibieron fue: “Desactiven sus celulares, nada de llamadas”, gritó uno de los matones mientras apuntaba con su rifle a los empleados del DIF y el SEMEFO.
Todos obedecieron.En una rápida operación, los sicarios ubicaron los refrigeradores del SEMEFO donde se encontraba el cadáver de “El Abulón”. Inmediatamente lo subieron a uno de los vehículos.
Extraoficialmente se manejó la versión de que se habían llevado una de las carrozas de SEMEFO.
Antes, tomaron como rehenes al encargado del velatorio DIF, Salomón Carlos, y a su auxiliar, Juan Cigala, y amenazaron con matarlos en caso de que alguno de los empleados del SEMEFO avisara a la policía.Los criminales salieron a toda velocidad, tomaron el bulevar Costero hasta pasar El Sauzal. Una vez ahí se desviaron por la carretera libre a Tecate.Había iniciado la huída cuando en Tijuana se corrió la versión de que el comando se dirigía hacia esta ciudad.
El escape En menos de 15 minutos las diferentes corporaciones policíacas de Ensenada ya sabían oficialmente lo ocurrido, por lo que montaron una serie de filtros y operativos en la ciudad.
Fue en el poblado Francisco Zarco, en pleno corazón del Valle de Guadalupe, a 20 minutos de Ensenada, en donde un grupo de policías municipales notó la presencia del convoy.
Los desafortunados agentes formaban parte del retén fijo. Y todo indica que no sabían de la fuga, ni quiénes iban en el comando.
Los uniformados les marcaron el alto y en respuesta fueron abatidos por los gatilleros. Poco pudieron hacer ante las armas largas de los sicarios. En el lugar quedaron acribillados los policías Salvador Quijano y Enrique Lemus.
Elementos de la PGJE, la PGR y el Ejército instalaron filtros de seguridad en la entrada libre de Tecate, en la caseta que lleva de Tecate a Ensenada y en la carretera a San Felipe. Pero dejaron abierta una puerta para que los sicarios escaparan: el valle de Las Palmas.
Este sitio, ubicado a unos 35 kilómetros al sur de la ciudad de Tecate, tiene caminos de acceso a terracerías que conducen a la ciudad de Tijuana.
Los mismos habitantes de valle de Las Palmas han revelaron que a últimas fechas han arribado al lugar, estableciendo sus residencias, personas vinculadas con el narcotráfico.
El operativo se extendió hasta Tecate, sin resultados positivos.
Fue hasta el jueves 15 de noviembre que las policías encontraron más indicios. Se informó que habían aparecido con vida los empleados del DIF que habían sido abandonados en un poblado pero no aportaron detalles.
Asimismo, localizaron dos autos presuntamente implicados: una Gran Caravan Dodge y una 4Runner. Los vehículos habían sido abandonados en el valle de Las Palmas, en un camino que corre paralelo a la carretera que va a Tecate, al Oeste de la ciudad con orientación a El Florido, al sur de la presa El Carrizo.
Autos que según investigadores bien pudieron ser dejados como meros distractores. Sin embargo hubo indicios de que los vehículos pudieron haber sufrido desperfectos.
Mientras continuaba la búsqueda en las carreteras, agentes de la PGR acudieron al lugar donde se estaba velando al hombre identificado inicialmente en la averiguación previa como Israel Romero Pérez y denunciado posteriormente como parte del clan Arellano Félix. Y solicitaron permiso para tomarle huellas nuevamente.
Reportaron que la familia accedió sin problemas a la petición, sólo pidieron que lo hicieran rápido y se retiraran.
Y de acuerdo a versiones de personal estatal, horas antes del robo del cuerpo, habían notado la presencia de agentes federales de la PGR, quienes habían arribado al Puerto procedentes de la ciudad de México, también para tomar las huellas dactilares del cuerpo de “El Abulón”.Después del operativo criminal, elementos de la PGR también acudieron al hospital Velmar para tomar huellas y registros de ADN del piloto del helicóptero Isaac Sarabia y Rodolfo Calvillo, el copiloto, a quienes versiones empresariales ubican como inversionistas serios.A pesar que la PGR no confirmó la identidad de Francisco León Hinojosa “El Abulón”, tampoco hubo mención alguna respecto al supuesto sobrino de los Arellano.
Narco carreraLa espectacular acción de un grupo de sicarios que rescató el cuerpo sin vida de uno de los operadores del Cártel de los Arellano Félix de la SEMEFO de Ensenada, confirmó lo que ZETA reveló desde 1997: Que las carreras de automóviles fuera de camino “Baja”, están infiltradas por el narcotráfico.
También corroboró que tanto la Procuraduría General de la República (PGR) como el organizador del evento deportivo, Score Internacional, no han hecho absolutamente nada por investigar y terminar con la constante e ininterrumpida participación de narcotraficantes en las carreras Baja 500 y Baja 1000. Pese a que tienen evidencias claras de la asistencia a la competencia de este tipo de “corredores” desde varios años atrás.
Cuando Jesús Blancornelas (QEPD), ex codirector del semanario, denunció por primera vez la presencia en el evento de grupos de narcotraficantes en 1997, citó fuentes de información de la PGR, institución que no desmintió, pero tampoco indagó, lo dicho entonces por el hoy desaparecido periodista.En aquella época, Blancornelas detalló que los narcotraficantes participaban bajo el auspicio de un club de carreras identificado como “Los Ramos”, nombre que era una pantalla para realizar sus paseos en la internacional carrera automovilística.
Posteriormente, ZETA fue notificado que los narcotraficantes participaban año tras año en las carreras Baja 500 y Baja 1000 utilizando vehículos de la categoría “Clase I” y “Trophy-Truck”, las más competitivas, pero también las que representan mayores gastos de operación y mantenimiento.
Lo hacían inscribiendo de último minuto su vehículo en la carrera y sin colocar logos de patrocinadores, o nombres de los conductores, en la carrocería del automóvil.
Estos registros eran aceptados sin mayor problema por los organizadores de la contienda deportiva, quienes supuestamente conocían la procedencia del vehículo y sus verdaderos patrocinadores.
Esto fue precisamente lo que sucedió en la edición 40 de la Baja 1000 –el martes 13 de noviembre, que recorrió el trayecto Ensenada-La Paz, Baja California Sur–, en el que de último minuto se inscribió el auto marcado con el número 133 –numeral no proporcionado por los organizadores– en la categoría “Clase I”, el cual no tenía en su exterior el nombre de marcas deportivas patrocinadoras o los nombres del piloto y su copiloto.
Fue precisamente a este vehículo al que seguía el helicóptero que se desplomó en las inmediaciones del sitio conocido como Mike Sky Ranch, cerca del kilómetro 136 de la carretera Ensenada-Valle de la Trinidad, el martes 13 aproximadamente a las 14.30 horas.
La nave aérea, Marca Bell, modelo 206-A-1, serie 41574, matrícula XBIMN, propiedad de la empresa ensenadense Del Río Helicopters, S.A. de C.V., de Isaac Sarabia, fue contratada por quien dijo llamarse Pablo González G.
El precio de la operación mercantil fue de aproximadamente 24 mil dólares (259 mil 200 pesos, según cotización de 10.80 pesos por dólar), ya que la cuota normal que cobra la empresa por la utilización de su helicóptero es de 800 dólares la hora, y “Pablo González” pagó 30 horas.
El día de la carrera, “Pablo González” y otra persona que se identificó como “Israel Romero Reyes”, abordaron la nave en el helipuerto que la empresa tiene ubicada en el ex ejido Chapultepec, cerca del aeropuerto militar de El Ciprés.
Sarabia y Rodolfo Calvillo eran el piloto y copiloto, respectivamente.
Tras reportar su plan de vuelo a la base de control del aeropuerto militar de El Ciprés, el piloto del Bell 206-A-1 se dirigió a la marca de salida de la carrera (el ex hotel Riviera de Ensenada) en espera de que el auto 133 tomara la señal de arranque, cosa que sucedió poco después de las 11.00 horas.
Las peripecias del automóvil, parecido a una “araña” y con lo último en tecnología de suspensión, transmisión y motor, al grado de llegar a tener un costo de aproximadamente 200 mil dólares (alrededor de dos millones 160 mil pesos), eran videograbadas desde el helicóptero por “González” y “Romero”, actividad que ahora se sabe, ya habían hecho en pasadas ediciones de las carreras.Al llegar al kilómetro 136 de la vía Ensenada-Valle de la Trinidad, el piloto tocó accidentalmente una línea de conducción de electricidad por lo que perdió el control de la nave al grado de caer muy cerca de la carrera, obstaculizando una parte de la terracería utilizada como pista por los corredores.A su vez, la caída del cable de electricidad provocó un apagón general en el poblado de San Felipe, que se quedó sin flujo eléctrico hasta altas horas de la noche del martes 13.
De acuerdo al peritaje del accidente, elaborado por elementos de la Policía Federal de Caminos, “González” y “Romero” perecieron instantáneamente en el lugar de los hechos.
Sarabia y Calvillo fueron rescatados con serias heridas y trasladados en un helicóptero de Score Internacional a la ciudad de Ensenada, siendo internados en el hospital Velmar.
Los conductores del automóvil 133 siguieron en la carrera y hasta el momento de cerrar edición, nadie conoce su paradero. Score Internacional y la Procuraduría General de Justicia del Estado se negaron a revelar los nombres con los que fueron inscritos “para no obstaculizar la investigación” que del incidente hace la PGR.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muchas gracias por haber aclarado este hecho, me han quitado un peso de ensima. gracias gente bonita de mi valle

Anónimo dijo...

muchas gracias por haber aclarado este hecho, me han quitado un peso de ensima. gracias gente bonita de mi valle

Anónimo dijo...

que nais con este wey que pago una lanota por la renta del elicoptero para que el pendejo del conductor se estrellara por la culpa de un cablecito no mames!wey que corage el wey ese se a de estar rebolcando de corage en la tumba y con justa razon no mames , pero bueno suertuda la viuda que le a de aver quedado una lanota maldita perra que envidia me das pero algun dia me encontrare un wey asi de villetudo como ese y me ire a la baja mil en elicoptero pero claro que me lo chequen vien no valla a ser verdad que se caiga ups jajajajajajaj